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Punto y aparte


Llevaba algún tiempo tratando de sobrevivir en la jungla. Rodeada de aires tóxicos, lastrada por una situación que le había llevado a convertirse en su más mínima expresión. Alejada de la alegría y las ganas de hacer. Casi ajena a las dificultades de una situación global centrada en su propia pandemia particular. Acosada por el acomodo disfrazado de buenas intenciones. Con doble cara. Aguantando. Resistiendo. Tragando bilis y vomitando silencio. Aprendiendo. Eso sí. Siempre aprendiendo. Triste. Muy triste por un derroche de energía que no encajaba. Que sobraba. Que molestaba. Que irritaba.
Era tiempo de decisiones. De decir adiós. De colgar en el armario lo que parecía un traje hecho a medida. De abandonar una pelea que no quería ganar porque con el triunfo perdía en dignidad. De retirarse en silencio a buscarse. Tiempo de volver a encontrarse.

Pasó la tormenta y volvió la calma. Hubo quien pensó que tenía que haber dado pelea. Le consideraron una cobarde. Lo entendió. Quizás tenía que haber hecho un intento más. Otro más. Pero si el final del viaje ya no era lo que había creído. Si la tierra prometida sólo era un lodazal. Si el final de todo aquello se prometía tan agrio. ¿Para qué haber seguido? ¿Por quién haber continuado?

Dejó la pelea a los gallos. A quienes disfrutan de saberse vencedores. A quienes saben la partida ganada por el peso del paso de los años. A quienes sin ilusión pero con orgullo se alzan con el triunfo. A quienes seguirán haciendo como que hacen para no hacer. A quienes matan por estar. A quienes confunden para estar. Y también, por qué no, a quienes se dejan enredar para que nada cambie. Para que sus vidas sigan siendo como son. 

Se fue tranquila. Sabedora de haberlo intentado. Con un fracaso más a la espalda. Sumando dos años de aprendizajes. Escondiendo tres o cuanto moratones en el alma. Acumulando cinco o seis kilos de experiencias amargas. Pero se fue, sobre todo, fiel a un mantra que llevaba años repitiendo. «si de los errores se aprende, hay que perder el miedo a equivocarse»

Estoy segura de que su nueva aventura será menos sórdida. 

Comentarios

  1. "Garaile" horiek espero dut konturatzea egindako kalteaz, zuri eta erakundeari.
    Mila esker egin duzun guztiagatik eta muxu haundi bat.

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  2. Te irás, pero victoriosa, pues la razón y la verdad son tuyas. Muxu haundi bat eta eskerrik asko.

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  3. Espero que no te vayas muy lejos, porque lo que tú haces y aportas no lo hacie nadie más en este país.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Pedro. Tu "reaparición" justo en este momento de crisis me lleva a recordar nuestro primer encuentro. La pregunta: ¿Crees que serás capaz de hacerlo? Y mi respuesta "Creo que en la vida he hecho cosas más difíciles que esta" A esa casilla de inicio vuelvo, porque si la vida me ha colocado aquí es porque sabe que puedo con ello. A mi manera, pero puedo. Un abrazo :))

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  4. Hola
    Creo que es la segunda vez que hago un comentario en un blog o sitio similar en Internet, así que eso lo hace aun más especial.
    Mi comentario es agridulce.
    "Agri" porque está claro que esta despedida parece dolorosa fruto de cansancio, cierta desilusión...
    Dulce porque me parece que escrita de una manera muy hermosa. Te felicito, me ha gustado muchísimo. Tanto con tu permiso (que no me has dado) lo voy a guardar con esas cosas que he leído alguna vez y me han GUSTADO y que se que algún día voy a utilizar.
    Y dulce porque aunque la despedida tenga las connotaciones que antes señalaba también muestra que siempre has sido integra y has puesto tu corazón y tu trabajo en lo que has hecho y por tanto solo puedes sentirte orgullosa contigo y llena de paz.
    Si me lo permites... un abrazo

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  5. Aupa!..ez dakit ongi ulertu dudan.....susmoa daukat....baina jakin ezazu zure lanak eta zure bideak, batzueri lehio ,manpara edo balkoi izugarria ireki gaituela, aurrean daukaguna beste ilusioz egiteko gogoz...

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  6. Una lástima no valorar lo que se tiene, a veces nos damos cuenta cuando lo perdemos. Ojalá aprender antes. En lo que sea.,, suerte, la mereces.

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