Estaba leyendo la publicación de una compañera del curso "Especialista en aprendizaje y tecnología en Educación" organizado por Kristau Eskola dentro del marco del proyecto AuKEra y me ha parecido muy interesante la reflexión que hacía sobre la mezcla de la identidad personal y profesional en la huella digital. El texto, en el que hablaba de la hibridación de lo analógico y lo digital, lo privado y lo público, me ha llevado de inmediato a pensar en este artículo que ayer aparecía en El País: Cristina Pedroche, la tuitera más famosa de España: "No me fijo en nadie, lo hago bastante bien yo sola" En él Pedroche, que es la mujer española con más seguidores en Twitter (1,75 millones), afirma que en cuestión de Redes Sociales, ella es autodidacta y comenta con gran orgullo (me ha parecido percibir) que no tiene ni 'community manager' ni una estrategia digital establecida. Es decir, ella sola ha "aprendido" a gestionar sus cuentas en las Redes Sociales y ella sola ha decidido ofrecernos una imagen en la que, como sucede en el caso de muchos personajes famosos, la frontera entre lo privado y lo público es muy difusa.
Desde este artículo, de casualidad, he podido acceder a uno de las publicaciones del youtuber El Rubius personaje al que Pedroche sigue y del que hace una semana me hablo Aitor, un alumno del colegio. Evidentemente, cuando he llegado a este enlace no me he podido resistir y he visto uno de sus videos en youtube, el que celebra sus 4 años y 10 millones de seguidores. Aitor, que es el delegado de 2ª ESO, me comentaba en la reunión mensual que tengo con los delegados de Secundaria que sería interesante invitar a El Rubius a una actividad del Colegio a dar una charla sobre su actividad como creador de vídeos.
Evidentemente no me podía quedar solo con la visualización del vídeo por lo que he buscado algo más de información en internet y he descubierto que Rubén Doblas o @Rubius5 utiliza para sus vídeos cualquier excusa: graba partidas de videojuegos, canta en un Karaoke, nos muestra su casa, sus mascotas... Con solo 23 años, el joven se ha vuelto objeto de adoración para muchos jóvenes (algunos de ellos son nuestros alumnos y alumnas) y se ha convertido el "youtuber" con más suscriptores de España.
Este triple salto mortal (Twitter-Pedroche-El Rubius-Aitor) me ha activado las neuronas, y me ha llevado a reflexionar sobre el tipo de publicaciones que son el modelo de vida e identidad digital que están recibiendo nuestros alumnos y alumnas. Ante esto, no me ha quedado otra que preguntarme si como docentes no estamos obligados a hacer algo. Desde hace tiempo defiendo que sí, que la escuela debe poner los pies en la tierra y pensar en qué y cómo hacer para que los más jóvenes dispongan de otros modelos de presencia en la Red. Pero, cómo hacerlo si los móviles están prohibidos en la escuela, las red filtrada y el twiter y demás redes sociales demonizadas... A alguien se le ocurre la forma de convencer a esos equipos Directivos reticentes, a esas familias contrarias a las TIC, a esos profesores (que muchas veces son padres y madres de niños de esas edades) que se niegan completamente a saber qué son, cómo y para qué se usan las RRSS... Urge respuesta porque la primera generación de "exhibicionistas" está ya en el horno...