En esta durísima situación que estamos atravesando como humanidad, cuando miles de personas están muriendo cada día y una gran cantidad de seres humanos (quienes podemos, al menos) nos encontramos confinados en nuestras casas a la espera de que la situación mejore, no he dudado ni un momento a la hora de elegir la cuestión sobre la que reflexionar a la hora de realizar esta tarea:
¿No crees que ha llegado el momento de hablar de ética en la educación? Nos pregunta Coral Elizondo en su vídeo La ética en la educación inclusiva. Y para ello se apoya en la ética del cuidado de Gilligan que explica la ética como una responsabilidad social, que busca el bienestar de todas las personas a través del cuidado y el reconocimiento de la diferencia.
Transferir esta concepción humanista a la educación nos tiene que llevar a pensar en el cuidado como una responsabilidad compartida, centrada en el apoyo entre personas, con el objetivo de una mejora en la calidad de vida y desde el enfoque de los derechos humanos.
La ética en la educación nos habla de la responsabilidad social de ofrecer la educación de todas las personas a través de la generación de unas condiciones que reconozcan la diferencia como un valor. Para ello tenemos que:
* He escrito este texto de reflexión como parte de las actividades a realizar en el curso tutorizado del INFEF Diseño Universal de Aprendizaje creado y coordinado por Coral Elizondo.
¿No crees que ha llegado el momento de hablar de ética en la educación? Nos pregunta Coral Elizondo en su vídeo La ética en la educación inclusiva. Y para ello se apoya en la ética del cuidado de Gilligan que explica la ética como una responsabilidad social, que busca el bienestar de todas las personas a través del cuidado y el reconocimiento de la diferencia.
Transferir esta concepción humanista a la educación nos tiene que llevar a pensar en el cuidado como una responsabilidad compartida, centrada en el apoyo entre personas, con el objetivo de una mejora en la calidad de vida y desde el enfoque de los derechos humanos.
La ética en la educación nos habla de la responsabilidad social de ofrecer la educación de todas las personas a través de la generación de unas condiciones que reconozcan la diferencia como un valor. Para ello tenemos que:
- Eliminar las barreras que generan las etiquetas (números, informes…)
- Colocar en el centro a la persona y preguntar ¿cómo te sientes? ¿Qué sueños tienes?
- Hablar de responsabilidad colectiva y solidaridad para generar soluciones entre todas
- Ofrecer alternativas a un sistema de validación del conocimiento (basado principalmente en pruebas escritas)
- además de las barreras generadas por las etiquetas, se nos ha aparecido como un monstruo enorme la brecha que existe entre aquellas personas que tienen acceso a las tecnologías y quienes no.
- se nos ha hecho visible la ineficacia de un sistema que hasta ahora ha estado más preocupado el desarrollo de los contenidos y la información que centrado en las personas
- nos vemos obligados a reconocer, con admiración, el enorme valor de quienes están dedicando largas jornadas de trabajo al cuidado y la sanación de nuestros mayores.
- descubrimos las dificultades de un sistema de evaluación que, debido su rigidez, se está demostrado ineficaz para dar respuesta a una situación nueva, inesperada y totalmente diferente.
* He escrito este texto de reflexión como parte de las actividades a realizar en el curso tutorizado del INFEF Diseño Universal de Aprendizaje creado y coordinado por Coral Elizondo.
Completamente de acuerdo. Antes que profesores y alumnos, todos somos personas. La diversidad y la consideración ante las situaciones personales no pueden quedar a un lado, mucho menos en una situación así.
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